OPINIÓN

El horizonte 2025 para los centros de datos: claves en sostenibilidad e IA



Dirección copiada

El verdadero desafío y las mayores oportunidades están en lo que nos espera para 2025

Publicado el 27 feb 2025



El horizonte 2025 para los centros de datos: claves en sostenibilidad e IA
El horizonte 2025 para los centros de datos: claves en sostenibilidad e IA

En 2024, la transformación digital, la inteligencia artificial (IA) y la sostenibilidad han redefinido el sector de los centros de datos. Este año ha sido un punto de inflexión, marcado por regulaciones estrictas y avances tecnológicos que han impulsado un cambio profundo en la manera en que se gestionan estas infraestructuras esenciales para la economía digital. Sin embargo, el verdadero desafío y las mayores oportunidades están en lo que nos espera para 2025.
La Directiva de Eficiencia Energética de la Unión Europea ha sido un catalizador clave en 2024, exigiendo a las empresas del sector mayor transparencia sobre su impacto ambiental y promoviendo inversiones en tecnologías sostenibles. En este contexto, la IA ha emergido como un aliado estratégico para optimizar el consumo energético y minimizar desperdicios. Soluciones como el análisis de datos en tiempo real y tecnologías innovadoras como el liquid cooling han permitido avances significativos, estableciendo un estándar más eficiente y sostenible en la gestión de centros de datos.

En 2025, las tendencias que marcarán el rumbo estarán definidas por la necesidad de adaptar los centros de datos a las crecientes demandas de la IA, sin comprometer los objetivos de sostenibilidad. Ser “AI-ready” no solo implica capacidad operativa para manejar aplicaciones de IA, sino también hacerlo de forma eficiente y ambientalmente responsable. Esto incluye diseñar centros de datos preparados para soportar cargas de trabajo intensivas, aprovechando tecnologías que optimicen el rendimiento y reduzcan el consumo energético.
Un aspecto central será la reducción de las emisiones de Alcance 3, que representan la mayor parte de la huella de carbono del sector. Aunque la presión regulatoria para informar sobre estas emisiones será mayor, su medición y gestión siguen siendo un reto debido a la falta de datos precisos y herramientas adecuadas. Este vacío crea una oportunidad para las empresas que puedan liderar con soluciones innovadoras y colaborativas en la cadena de valor. A su vez, los compromisos ambiciosos de los hiperescalares en sostenibilidad establecerán estándares que otras empresas del ecosistema deberán seguir para mantenerse competitivas.
El liquid cooling, que ha comenzado a destacar en 2024, se consolidará como una tecnología clave en 2025. Su capacidad para enfriar servidores de manera más eficiente y con menor consumo energético lo posiciona como una solución esencial en un contexto donde la sostenibilidad y la reducción de costes operativos son prioritarias. Además, los servicios digitales, como la monitorización en tiempo real y la gestión remota, tomarán un papel central, permitiendo ajustes operativos precisos que maximicen la eficiencia y reduzcan el impacto ambiental.

Principales desafíos

A pesar de estas tendencias prometedoras, el camino hacia 2025 no está exento de desafíos. Uno de los más significativos será garantizar que las innovaciones tecnológicas, especialmente en IA, no se traduzcan en un aumento descontrolado del consumo energético. Diseñar centros de datos capaces de manejar aplicaciones de IA sin comprometer los objetivos de sostenibilidad requerirá inversiones en energías renovables, tecnologías de eficiencia energética y enfoques innovadores desde las etapas iniciales de planificación.

Otro desafío clave será la gestión integral del ciclo de vida de los proyectos. La flexibilidad y adaptabilidad serán imprescindibles para que los centros de datos puedan ajustar su tamaño y operaciones rápidamente, en respuesta a las fluctuaciones de la demanda. Esto no solo implica rediseñar los procesos, sino también fomentar la colaboración entre distintos departamentos y adoptar herramientas avanzadas que garanticen una gestión eficiente y resiliente.
En definitiva, 2025 se perfila como un año decisivo para los centros de datos, donde la combinación de sostenibilidad, tecnología y resiliencia marcará el éxito. Lo que comenzó en 2024 como un esfuerzo por adaptarse a regulaciones y demandas del mercado evoluciona hacia un cambio profundo en la estructura del sector. Los centros de datos no solo serán fundamentales para soportar la economía digital, sino también para liderar un modelo más sostenible y responsable en la era de la inteligencia artificial.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4