Las predicciones actuales sugieren que en 2020 los sensores inteligentes y otros dispositivos del IoT generarán, al menos, 507,5 ZB de datos. Inmersos en la evolución de la economía digital, cada vez son más los dispositivos de campo que recogen y almacenan nuestros datos con una mayor velocidad y precisión. Asimismo, está aumentando la capacidad para trasladar estos datos desde los dispositivos a los centros encargados de su procesamiento, para su interpretación y análisis.
En este contexto, si el objetivo es recortar el tiempo de disponibilidad de los datos y agilizar su tratamiento, es preciso mejorar la latencia (la suma de retardos temporales dentro de una red). Para hacerlo, se está dando paso a un abandono progresivo de la imagen tradicional de macro data centers para abrazar la concepción del edge computing, basada en la descentralización de los CPD para agilizar el tratamiento de la información de cara al usuario. De esta forma, como los servicios edge operan más cerca de los dispositivos finales, se reduce considerablemente la latencia. Sin embargo, estos micro data centers precisan igualmente de energía eléctrica, ¿cómo alimentarlos de la manera más eficaz y eficiente posible? ¿En qué reside la base del edge computing?
La solución pasa por que los nuevos micro datacenters puedan alimentarse, fundamentalmente, de energías renovables, que, a día de hoy, resultan enormemente competitivas y no agotables. Según el documento “Hacia una transición energética sostenible” presentado en Febrero por la fundación Renovables, el porcentaje actual de penetración en el sistema eléctrico de las renovables es del 80%. El problema, sin embargo, es que este tipo de energías no están las 24 horas del día disponibles. Eaton, líder en gestión de energía, destaca en este contexto la capacidad de algunas tecnologías que, diseñadas con este propósito, permiten aprovechar los SAIs (o UPS en inglés) para aportar energía limpia al datacenter y, más aún, para hacerlo en dos direcciones. En primer lugar, hacia los consumidores y, en segundo lugar, de vuelta a la propia red (a través de agregadores o directamente hacia las utilities para cubrir tipos de demanda energética). Este proceso es viable gracias a las baterías de litio, cuyo precio más competitivo está abriendo el camino para el aprovechamiento de esta oportunidad. Contar con estas tecnologías permite además mantener la frecuencia estable de la red, esencial ya que un apagón puede tener enormes consecuencias. A este respecto una encuesta encargada por Eaton entre responsables de TI y Data Center de Europa revela que el 27% de los participantes había sufrido un apagón prolongado durante los últimos tres meses, seguido de un tiempo de inactividad. Utilizando las últimas tecnologías de los SAIs, para el centro de datos, el ahorro puede llegar a casi 3,4 millones de dólares en el periodo de 10 años.
Así, el progreso alrededor de las tecnologías del data center ha dejado de ser algo puramente tecnológico para comenzar a adoptar una dimensión también económica. Por ello, contar con una tecnología que nos permita gestionar este almacenamiento de energía va a resultar esencial para gestionar el flujo y el aprovechamiento de las renovables, de la manera más eficiente y económica posible.
Eaton estuvo presente el pasado 11 de marzo en el evento Aslan de tecnología, en Madrid. En su conferencia, “Tendencias de la infraestructura del data center para la evolución de la economía digital: optimización de la gestión y reserva de la energía”, Juan Antonio Revuelta, Business Development para Data Center España, destacó: “Todo lo anterior nos permite cargar cuando sea barato y volcar a la red o utilizar la energía almacenada cuando sea más caro. Este innovador sistema maximiza el uso de fotovoltaica, y la energía sobrante se utiliza para los operadores del grid y los agregadores eléctricos. Contar con una tecnología que permita este aprovechamiento es fundamental si tenemos en cuenta la volatilidad en la producción, la imposibilidad de las renovables para estar las 24 horas del día disponibles y la dificultad para predecir y generar la demanda, además de para mantener la frecuencia estable de la red”.
La compañía concluyó su presentación haciendo referencia a cómo todo el progreso en este sentido contribuye no solo a la economía digital sino a la economía circular y persigue, en definitiva, un futuro sostenible.