La sintonía entre Industria y Ametic parece, al menos por las declaraciones de sus más representativos portavoces, que está más cerca que nunca. El convencimiento es claro y José Manuel de Riva, presidente de la patronal de las TIC, lo subraya: “la UE debe entender que no habrá progreso económico sin una revolución digital”.
La tabla de salvación pasa por construir un mercado único digital cuyo impacto de negocio se calcula en 15.000 millones de euros, “más que cualquier otro gran proyecto europeo como puede ser la unión bancaria”. Desde Ametic se aplaude la estrategia europea por considerarse que afronta los problemas cruciales, pero de Riva se queja de que los plazos son “demasiado largos y hay que evitar que se quede enfangada por la burocracia”.
De la misma manera que las cifras aparentemente buenas no deben llamarnos a engaño. Estas conclusiones trascienden de la ponencia del presidente de Ametic, cuyos análisis sobre la industria tecnológica siempre están barnizados de cierto fatalismo en contraste con el optimismo oficial. Un fatalismo basado en datos contundentes y una realidad que atemoriza a muchos: la pérdida de enteros de Europa frente a Estados Unidos y Asia en el ámbito tecnológico; la desindustrialización y la carencia de profesionales cualificados.
Se experimenta cierto vértigo al comprobar que “sólo dos compañías europeas se encuentran entre las más destacadas, ninguna en el negocio de Internet y sólo cuatro operadoras figuran entre las primeras 15 del ranking mundial”. Añadiendo leña al fuego: “el 1,7% de las empresas del viejo continente han completado su proceso de digitalización”, cifra exigua… y para más escarnio, el 41% de las empresas europeas ni siquiera ha emprendido el camino, sin contar el escaso apego de las pymes a Internet.
Para los que quieren ver la botella media llena, el “horizonte es más esperanzador, ya que tras seis años de caídas (que acumularon un retroceso del 18%), el mercado TIC y de los contenidos digitales han experimentado un incremento del 2,1% hasta los 79.577 millones de euros”, Pero no es el caso de las telecomunicaciones y la electrónica de consumo que continúan en recesión.
El presidente de la patronal volvió con su antigua teoría de los tres pilares de la recuperación: un Mercado Único Digital operativo “con urgencia”, un impulso de la Industria TIC en Europa y la transformación digital de los sectores productivos. Ya se acabaron las buenas palabras, es tiempo para la acción determinante poniendo en marcha “una estrategia de infraestructuras orientada a la inversión, garantizando el cumplimiento de la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Garantías de Unidad de Mercado”. No hay tiempo que perder.