Coches conectados, protagonistas en la transformación del centro de datos

Publicado el 25 Feb 2019

Coches conectados, protagonistas en la transformación del centro de datos

Por Pedro Fernández de Córdoba, director de Marketing de DELL EMC para España y Portugal

Al comentar ejemplos de la aplicación de nuevas tecnologías en sectores concretos es difícil que no salgan a relucir los coches autónomos. La verdad es que es un área muy interesante y en la que se está avanzando rápidamente, lo que convierte al sector de automoción en una de las puntas de lanza de la transformación del centro de datos. La verdadera protagonista de estos desarrollos es la IA, sobre la que recae la responsabilidad de dar respuesta a los complejos requerimientos tecnológicos de los vehículos conectados. La capacidad de almacenamiento y de computación, tanto en el vehículo como en data center, resultan también claves en el avance de este segmento. No en vano, en Dell Technologies prevemos que en 2025 habrá 100 millones de vehículos inteligentes operativos en todo el mundo, lo que supondrá gestionar un volumen de 10 exabytes de datos cada mes. A la vanguardia de la tecnología de automóviles conectados se encuentra el desarrollo del Advanced Driver Assistance System (ADAS), que incluye funciones críticas para la seguridad de las personas, como el frenado automático, la protección contra colisiones y la asistencia de emergencia, y que requiere la gestión y el almacenamiento de enormes cantidades de datos que se irán incrementando a medida que crezca el nivel de automatización de los vehículos. En este escenario, las limitaciones de las arquitecturas tradicionales de almacenamiento y de centros de datos van a ser cada vez más evidentes.

Por ello, el desarrollo de nuevas soluciones optimizadas para cargas de trabajo de alto rendimiento, alta concurrencia y con una escalabilidad masiva se está convirtiendo en un factor clave para el progreso del sector. Además de eso hay que tener en cuenta el cumplimiento regulatorio, que puede incluir la necesidad de conservar la información durante años, algo que descarta a las soluciones de archivo tradicionales y que exige la adopción de arquitecturas en las que la capacidad de almacenamiento pueda actualizarse completamente de forma lineal, sin interrupciones y sin afectar al rendimiento.

Impacto en la infraestructura y gestión del CPD

Los vehículos autónomos están impulsando el desarrollo de tecnologías avanzadas, como 5G, IA o la analítica de datos, pero también va a ser necesario incrementar la conectividad a nubes tanto públicas como privadas, a fin de facilitar la transferencia de datos en tiempo real y de garantizar la eficiencia y la seguridad. Además, la gestión del software, las actualizaciones del firmware y la habilitación de nuevas funcionalidades va a incrementarse a un ritmo más rápido que todo lo referente al mantenimiento del hardware.

También se necesitarán plataformas de comunicaciones inalámbricas (OTA) para la gestión, monitorización, seguridad y mantenimiento del vehículo, que ya no se hará en un taller tradicional. Todo ello hace imprescindible impulsar la aparición de una nueva generación de centros de datos habilitados para IA y equipados con nuevas arquitecturas de hardware y software que permitan el análisis de datos a gran escala en tiempo real. En estos entornos, la computación y el almacenamiento en el edge tendrán que optimizarse para que funcionen como una extensión del sistema general de IT.

Los coches autónomos no son el futuro, ya están aquí. Los modelos en los que se basan requieren tecnologías de centro de datos más innovadoras que las que ahora presentan la mayoría de las instalaciones, con una capacidad de almacenamiento, potencia, conectividad e inteligencia sin precedentes para proporcionar una automatización segura, confiable y efectiva de los vehículos.

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Pedro Fernández de Córdoba

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