Los centros de datos evolucionan a pasos agigantados y cambian continuamente sus métricas de referencia dependiendo de las necesidades del momento, desde la potencia contratada por metro cuadrado, hasta la temperatura que se utiliza para climatizar las salas técnicas. PQC ha organizado una jornada para clientes en Madrid donde ha abordado estos y otros detalles que demuestran cómo los CPD son entes vivos en constante proceso de cambio.
Garcerán Rojas, CEO y fundador de PQC, nos recuerda cómo “el petaflop ha pasado a verse como algo superado, hoy día se calcula que nos moveremos en el exaflop para 2020 y ya se ha alcanzado el zettabyte en tráfico de Internet. Si esto mismo lo trasladamos al campo eléctrico, vemos que en los años noventa las potencias no superaban los 350 watios por metro cuadrado, en 2004 nos movíamos en los 750 watios por metro cuadrado y a día de hoy manejamos los 2 kw/m2 cuando un centro de datos ha desplegado los equipos”. Sin embargo, la pregunta que debe hacerse una compañía cuando acondiciona un data center –partiendo de cero o en medio de un proceso de cambio– es hasta qué punto su negocio se ha incrementado tanto como para que el centro de datos tenga que dimensionarse a gran escala. Ante este interrogante, Rojas vuelve al ejemplo de la potencia contratada para advertir que, en su opinión, “salvo raras excepciones y centros de datos como los de Google, Amazon o Facebook, no existen centros de datos con la sala llena que pasen de los 800 w/m2, es decir, las empresas contratan el doble de potencia de la que luego utilizan; de hecho, vemos CPD que en su segunda fase de despliegue utilizan componentes que no se han utilizado en la primera fase, este es un dato que hemos constatado empíricamente, de ahí la importancia de la modularidad que te permite una gran flexibilidad. Si hacemos números vemos que en la obra civil el m3 que hagas de más te saldrá rentable si luego lo puedes rentabilizar en una fase posterior”.
Gasto en climatización
La colocación de pasillos fríos y calientes, así como otros elementos asociados al clima, se han convertido en otro quebradero de cabeza de los centros de datos. ¿Qué conviene cerrar el pasillo frío o el caliente? “Depende de lo que quiera el cliente y de factores como a quién dejarás entrar, si estará muy concurrido o no, etcétera”, indica el CEO de PQC.
Lo que es obvio es que la tendencia “es a subir la temperatura de las salas. Actualmente se está ensayando con equipos donde el pasillo frío está a 35º centrígrados e, incluso, se tiende a probar si algún día el clima tal y como lo entendemos hoy pueda desaparecer”.