La inseguridad en Internet no sólo afecta a las grandes organizaciones, también es un problema que atañe a los usuarios particulares y cada vez con más frecuencia. Así lo pone de manifiesto un estudio realizado recientemente por Nominalia. En concreto, el informe revela que un 62% de los internautas españoles ha sufrido o conoce casos de robos en la Red.
Asimismo, el documento señala que el porcentaje de internautas españoles que ha sufrido algún ataque de virus se eleva hasta el 80%. Sin embargo, esta evidente falta de seguridad en la red no se ve contrarrestada por un esfuerzo por parte de los usuarios en cuanto a protección de sus ordenadores y el sondeo revela que un 68% reconoce no invertir en sistemas de seguridad y, en todo caso, utilizar antivirus gratuitos.
Esta cuestión sobre la creciente inseguridad en la red ha sido abordada en fechas recientes por Google que, junto a investigadores de la Universidad de California (Estados Unidos), analizó más de 100 millones de visitas a sus sitios web entre los meses de junio y octubre de 2014, con resultados ciertamente preocupantes: el 5,2% de los direcciones IP examinadas estaban infectadas por adware.
“Lo realmente preocupante de esta situación es que las páginas a través de las que se infectan los usuarios no son sitios maliciosos, sino webs legítimas que son víctimas de ataques por parte de ‘ciberpiratas’ y que infectan los ordenadores de los usuarios sin conocimiento de sus propietarios”, afirma David Costa, country manager de Nominalia.
No es de extrañar, por tanto, que el 65% de los encuestados por la empresa de hosting y dominios considere que Internet no es seguro, uno de los principales recelos a la hora, por ejemplo, de adquirir bienes o servicios en la red o facilitar los datos personales que solicitan ciertas páginas webs durante los procesos de registro.
En este sentido, la empresa estadounidense Namogoo publicó recientemente un estudio según el que entre el 15 y el 30% de los visitantes de tiendas online resultan infectados con malware CSIM (client-side injected malware), que incluye desde widgets no autorizados, hasta anuncios y spyware que se inyectan en sitios web a través de extensiones instaladas en los navegadores. Más grave todavía resulta que dicho informe pone de manifiesto que este tipo de ataques ha crecido un 20% entre los meses de enero y junio del presente año.