Las soluciones de Data Center Infrastructure Management (DCIM) están de moda, pero los fabricantes no se ponen de acuerdo sobre qué es lo que se entiende por este concepto. Esta situación genera en los usuarios desconocimiento e incertidumbre y obliga a los proveedores a mostrarles minuciosamente los beneficios que aporta a su negocio esta herramienta. Pese a estas dificultades, se trata de una tecnología que cada vez tiene mayor demanda en nuestro país, al menos así lo han reconocido los asistentes a la mesa de redonda organizada por Data Center Market que ha contado con la participación de ponentes de Emerson Network Power y Schneider Electriccon la intención de tomar el pulso a este negocio en España.
En este sentido, Jorge Jiménez, DCIM and Data Center Life Cycle Business Development de Schneider Electric, asegura que no se trata sólo de un software que monitoriza, es mucho más que eso. E indica que ahora se tiene más en mente porque “nos encontramos en un momento en el que la complejidad de los centros de datos es mayor y tecnologías muy importantes para la eficiencia han llegado a su madurez, como el free cooling o la virtualización”. Según el directivo, estas propuestas bajan el consumo en los CPD pero las compañías siguen teniendo exigencias mayores ya que la factura energética sigue creciendo, “y eso requiere ir más al detalle y disponer de un software que te permita ver toda la infraestructura”.
Pero para ello hay que hablar con el cliente y hacer una ardua labor de consultoría. “No todas las empresas tienen un data center manager y si se quiere implementar un plan de DCIM tenemos que mirar qué tipo de procesos estamos teniendo, cómo afectan al resto de la empresa, cómo conseguir ese retorno de inversión, etcétera. Aquí entra en juego el tema de la energía. Si no sabemos lo que estamos consumiendo, lo que tengo en mi sala, cómo puedo ahorrar y ser más eficiente”, indica Sergio Alonso, Software Business Unit Executive de Emerson. “Desde nuestra compañía vemos el DCIM como un paraguas que abarca facilities e infraestructura TI, una propuesta global que deben particularizarse en función de las necesidades de los clientes”.
Herramienta de integración
Sea como fuere, en lo que coincidieron ambos participantes es en que la tecnología ya está madura y también el usuario empieza a ver con buenos ojos estas iniciativas, está al tanto de las misas. No obstante, pese a este mayor conocimiento, sigue siendo más demandada por las grandes empresas que por las pequeñas, que creen que el DCIM no es un instrumento para ellos. Y el problema en las grandes organizaciones, como desvela Jorge Jiménez, es que suelen ser compañías con muchos departamentos, lo que ralentiza en exceso la venta ya que tienes que llamar a muchas puertas. Y no hay que perder de vista que DCIM es una herramienta complementaria y superior que aporta información sobre otras herramientas del CPD, es decir, que su utilización afecta e implica a todos los departamentos. “La solución debería ser estándar y la vendemos así para los pequeños y medianos clientes porque no tienen tantos requerimientos de integración y abarata estos costes”. Asimismo, menciona que “se comprara el DCIM con el ERP de los centros de datos y si tomamos este símil, ¿qué es lo mejor para una empresa, un software de gestión SAP o uno de Microsoft?, pues depende de los clientes”. De ahí que la alternativa en lo que al DCIM atañe, sea proveer al usuario de un par de modelos básicos, una solución estándar que le aporte, por ejemplo, un inventario de todos sus activos, sin tener en cuenta el cableado. Es decir, restarle complejidad a la propuesta.
A este particular, también Sergio Alonso, cita la integración como un componente vital de las soluciones de Data Center Infrastructure Management. Pero discrepa: “Un DCIM no es estándar, como tampoco lo es un CPD respecto a otro, o el de producción respecto al de respaldo. Cada cliente tiene un montón de herramientas diferentes y toda esa integración se debe hacer proyecto a proyecto”. Por eso, el directivo de Emerson señala que en el approach hay que escuchar mucho al cliente, con quién trates y qué información te vaya a dar. Y en función de esos datos, “no hay que darle un DCIM muy grande también se le puede dar una pata”. A lo que añade, “debería ser abierta a nivel de protocolos y estándares pero no es una solución estándar. Aunque sea estándar cada cliente es un mundo diferente”.
Argumentos de venta
Teniendo en cuenta todo lo anterior, ¿cómo vender DCIM al cliente? ¿Con qué argumentos debemos abordarle? Según el portavoz de Emerson, Sergio Alonso, “del approach va a depender quién sea tu interlocutor dentro del cliente pues puede ser que el usuario te esté poniendo piedras por el camino. Por eso es muy importante hablar con los data center manager, que es el que realmente sabe lo que necesita”, reitera. Y es que, de acuerdo con este directivo, cuando es el CIO o el CTO el que impone la propuesta en su compañía, el usuario que lidia en el día a día con ella se encuentra con la solución dada y prefiere no complicarse la vida y hacer parches. Y alude al hipotético caso de una empresa que decide cambiar de sistema operativo, en el que se impone esa transformación pero en el que no se explican los beneficios de esta mejora a los propios empleados. Por eso, “si el apoyo lo tenemos desde el usuario final, el que está día a día con la solución DCIM, lo va a ir vendiendo en la casa. Para eso hay que decirle que le vas a ayudar en su trabajo con un instrumento que le va a permitir ganar en eficacia y eficiencia”. Cuando le informas de lo que ofrece, él mismo te va a decir lo que quiere”.
Asimismo, Jorge Jiménez, de Schneider Electric, confiesa que resulta muy complejo vender DCIM por el perfil del usuario. Según su experiencia, se encuentra con muchas situaciones en las que, al tratar de explicar a un cliente lo que le puede aportar una solución DCIM a su negocio, el interlocutor le responde “Esto lo hago yo con un Excel”. Eso implica que todavía falta de madurez en el usuario que debe estar al tanto de dónde están tus capacidades ocultas, lo que tiene realmente en su CPD. “Tendemos a pensar en el día a día, en el presente, y le damos mucha importancia al dato en el tiempo real pero es importante medir y saber dónde estás midiendo. Y el potencial de esta herramienta es saber dónde están tus límites, conocer cómo se distribuye tu energía, si implantas la solución descubres que hay más en el data center de lo que crees”. De hecho, muchas veces el usuario asocia esta propuesta a una herramienta de monitorización, de ahí que se venda, en muchas ocasiones, tan sólo el primer nivel de DCIM, o sea, el inventario: una instrumento que haga inventario de toda la infraestructura que tiene el data center. Por eso, lo primero que se demanda son mediciones, es decir, consumos eléctricos. “Los clientes no están cogiendo toda la herramienta completa”. Y, coincidiendo con el otro contertulio, también asegura que cuando la imposición del software viene de arriba y los usuarios no lo quieren, hacerles ver todo lo bueno que puede aportar a su quehacer diario es complicado y requiere una labor de formación.
Solución modular
Quizás por eso una de las ventajas de este tipo de soluciones sea su modularidad. “Hay que ver el concepto que tienes de DCIM como fabricante o proveedor y el que tiene el cliente de necesidades presentes y futuras”, apostilla Sergio Alonso. Y respecto a lo que quiere el cliente la variedad es considerable aunque muchos “piden saber qué es lo que tengo en la sala pues si no lo sé, no puedo indicar qué estoy consumiendo. Si sé lo que tengo, puedo crecer un poquito más. En definitiva, el inventario”. Sin embargo, también hay otro perfil de usuario al que le interesa lo que consume simplemente y no hacen integraciones, cogen, por tanto, un porcentaje de la solución. Y denuncia que existe hoy en día diferencias entre los fabricantes e incluso entre los propios clientes acerca del concepto DCIM, “en nuestro caso tenemos una visión amplia y de comunicación direccional, de soluciones estándar”.
Jorge Jiménez, reconoce, por su parte, que en el caso de bancos se han encontrado que “les da igual que hablemos de inventario, monitorización, de gestión de cambios, etcétera, lo que les preocupa el CAPEX; esperan un cuadro de mandos donde tener una información sobre eficiencia o consumos; un portal web para ver qué eficientes son sus CPD”. Por eso indica que al tener en consideración sólo este argumento, “defender un ROI sin entrar en funcionalidades es complejo”. A su vez, reconoce que en los departamentos intermedios cuadra muy bien las potencialidades del DCIM de gestionar y monitorizar la infraestructura. En general, en las grandes cuentas se demanda una solución de este tipo para cubrir las necesidades de un departamento y de ahí se extiende al resto de la organización. Pero no es sólo cosa de grandes cuentas, “en el fondo es precisamente a empresas de mediano tamaño, de 14 racks, a las que conceptualmente les conviene más el concepto de DCIM pues esta solución les aporta más valor ya que le va a dar a entender la parte facility (refrigeración, potencia)”. No en vano, uno de los beneficios de poder implantar un DCIM es poder entender los mundos TI y facility. “Lo bueno de nuestra solución es que es muy modular, lo que nos da una ventaja de luego poder escalar”, incide.
Importancia de la consultoría
Visto todo lo anterior, queda claro que la consultoría previa es importantísima en cualquier proyecto de este tipo. Según Jorge Jiménez, la consultoría es vital pues es necesaria simplemente para validar el inventario –conocer toda la infraestructura, las instalaciones y los servicios que tiene el cliente–, las mediciones –qué vamos a medir y dónde– y para saber, fundamentalmente, si hay que incorporar algún elemento o no. Y su imperiosa necesidad no se debe sólo a que “muchas grandes compañías quieren entrar al detalle y saber su carga TI”, como puntualiza el portavoz de Schneider Electric, sino porque antes de abordar una iniciativa DCIM hay que definir al principio lo que el usuario busca, “porque todo son expectativas” y hay que evangelizar sobre si requieren de ayuda, hablar de integraciones y de posibles complicaciones.
Por su parte, Sergio Alonso apostilla que el término de consultoría abarca auditoría, inventario y expectativas del cliente. “Hay que hacer un trabajo en campo importante antes de recomendar al cliente poner una determinada solución DCIM. Y si quiere toda la herramienta, tenemos que hacer un proyecto de consultoría primero”. No obstante, concluye “consultoría es siempre importante, independientemente de si es un proyecto grande o pequeño”.