Un estudio realizado por Fujitsu y la consultora PAC a más de 1000 ejecutivos senior de negocio y TI en Europa, ha desvelado interesantes conclusiones sobre el valor de una estrategia basada en datos, a la vez que muestra la preocupación por no integrarlos en la organización. Es revelador señalar que la inversión en tecnología de análisis de datos aumentará en más del 20% durante los próximos cincos años y, según el último informe de mercado de PAC, el gasto de las empresas europeas superará los 10.000 millones de euros por primera vez en 2021.
A medida que aumenta la inversión, también se incrementa la presión para cumplir objetivos. Por ello, para muchas organizaciones, la experiencia reciente obliga a revaluar la importancia de los datos en su estrategia central. Ha pasado poco más de una década desde la primera ola de adopción de soluciones de big data, pero cuando llega el momento decisivo, muchos líderes no son capaces de acceder a la información para realizar acciones críticas. El informe de Fujitsu y PAC investiga el porqué de esta desconexión entre la estrategia y los datos, así como el enfoque en el rendimiento. Ya que la capacidad de aprovechar el poder de estos ha sido la diferencia entre el éxito y el fracaso para muchas organizaciones, especialmente durante periodos difíciles.
La necesidad urgente de un nuevo enfoque
Muchos planes de datos actuales se quedan cortos. Las preguntas del negocio deben ser respondidas por estos y si no coinciden con las líneas de desarrollo, significa que se necesitan hacer revisiones para garantizar la idoneidad del fin. Y por este motivo, el 77% de los ejecutivos consultados afirman comprender el valor de lo datos, así como el desarrollar una estrategia de calidad para los mismos, ya que es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan, como parte de sus ambiciones de transformación digital. Por otro lado, el 82% de las empresas desean establecer nuevas redes de valor y ecosistemas digitales como elemento clave de su desarrollo actual. Si no tienen la capacidad para hacerlo, la oportunidad perdida sería enorme.
También deben afrontar un nuevo desafío en este entorno de datos: la sostenibilidad. Porque hay que convertirse en empresas sin emisiones de carbono, como lo hacen ya compañías como Unilever, Renault o BP. Para lograrlo, hay que entender mejor las métricas de sostenibilidad, tanto en la organización, como en la cadena de suministro y el ecosistema de asociados.
El Foro Económico Mundial calcula que el 70% del nuevo valor creado en la economía global durante la próxima década, se basará en modelos de negocio de plataformas digitales.
Reconexión de la estrategia de datos del negocio
La velocidad a la que se obtiene el conocimiento necesario se ha vuelto especialmente importante, ya que se pide a los lideres empresariales que tomen decisiones críticas inmediatas, ante temas como el cierre de oficinas, cadenas de suministro y servicios al cliente, entre otros y que pueden tener un gran impacto en la seguridad de los trabajadores y el rendimiento financiero.
Una de las formas para abordar esto es incorporando los datos y el análisis inteligente en los procesos de negocio claves, como los motores de marketing, ERP, entre otros. Con los sistemas tradicionales de inteligencia empresarial BI, las organizaciones tienen que moverse de su sistema central a otro, para entender su rendimiento, pero los análisis integrados eliminan esto y proporcionan a los usuarios información más precisa. Para evitar la falta de entendimiento del valor de los datos, una de las mejores formas consiste que el análisis de los datos comience a nivel de negocio.
Por otro lado, es importante señalar la necesidad clave de disponer de un modelo robusto de gobernanza. Genera una mayor confianza por parte de las personas que toman las decisiones y ofrece una forma más eficiente de gestionarlos a lo largo del negocio. El modelo no debe aplicar los mismos controles y medidas en todas las partes.
Cómo reinventar la estrategia de datos desde cero
Hay que empezar por la parte superior de la organización, haciendo que los directivos establezcan su visión de cómo los datos, tanto internos como externos, añaden valor. Deben ser percibidos como un activo y medirse como tal, lo cual implica utilizar métricas de rendimiento y que se vinculen a la repercusión en el crecimiento, la experiencia del cliente y del empleado, la reducción de costes y la mitigación de riesgos.
Para ello hay que controlar seis elementos fundamentales: hacer que el modelo se vuelva relevante, buscar el equilibrio entre la velocidad y el control, incorporar los análisis para generar de forma rápida confianza, comenzar tácticamente por demostrar el valor, aprender del mercado e iniciar una transformación cultural.