Implantación exprés y a marchas forzadas del teletrabajo, aumento exponencial de la demanda de videojuegos, películas, series, videollamadas… un sinfín de nuevas necesidades surgidas a raíz del Covid-19 a las que se ha tenido que dar respuesta de manera contundente y rápida.
Mucho se habla de la resistencia de las operadoras, que han aguantado el envite mejorando en muchos casos su conectividad y poniéndolo más fácil para el usuario final. Pero, sorprendentemente, menos se habla de a la increíble resistencia de los centros de datos neutrales, que, entre otras cosas, han permitido garantizar la continuidad del negocio, prioridad clave de cualquier empresa, demostrando una gran resiliencia y flexibilidad de adaptación a las cargas y picos de tráfico más exigentes.