Los desafíos vigentes del CPD

Junto con hiperescalares, colocation y nube pública, tendrán cada vez más cabida los contenedores y el edge data center. Además, los centros de datos afrontarán grandes retos como responder a las necesidades de la sociedad digital, automatizar sus procesos, gestionar la soberanía del dato y, sobre todo, lograr su sostenibilidad medioambiental.

Publicado el 31 Ago 2021

Los desafíos de los data center

Como cada año, en Data Center Market tomamos el pulso al sector de los centros de datos. Si bien en 2020 hablábamos de tres tendencias claras del mercado vaticinadas por Synergy Research: más hiperescala, mucha nube pública y gran crecimiento de los colocation, para este 2021 podríamos decir que la industria continúa en la misma dirección. Y es que, Covid-19 sigue con nosotros. Si la pandemia ya puso sobre la mesa la labor decisiva de los CPD en el mundo, con su enorme capacidad de respuesta ante un incremento desmesurado de conexión y servicios digitales, el futuro más inmediato vuelve a subrayar su protagonismo. Bien es cierto que los problemas de suministro que afectaron al negocio al principio -pero que no impidieron que estas infraestructuras desempeñaran su actividad con normalidad-, ya no son tan acuciantes. Subsanados los mismos, los centros de datos continúan al pie del cañón con otros retos en el horizonte.

Al servicio de la digitalización

El primero de ellos es seguir cumpliendo con su labor de respaldo a la sociedad digital, pero con unas exigencias de conectividad mayores. No en vano, los planes de digitalización de empresas y administraciones públicas han pasado a ser un objetivo prioritario en la actualidad. El teletrabajo se asentará desembocando en nuevas modalidades de trabajo híbrido, se generarán muchísimos más datos y se impulsarán avances en redes móviles como 5G o 6G, que precisarán unas arquitecturas de soporte robustas. Su criticidad será similar a la de los suministros públicos y se eliminará la distinción entre conectividad y disponibilidad (la medida tradicional del tiempo de actividad del centro de datos), ya que no se pueden tener redes listas para usar sin conexiones sólidas y protegidas. Toda esta nueva situación laboral y los cambios en los hábitos de la sociedad -impulsados por la pandemia-, hacen pensar en un aumento de la inversión en las TIC.

Sostenibilidad medioambiental

Sin embargo, el verdadero desafío de los data center será su sostenibilidad medioambiental. La densidad media de los rack tiende al alza, lo que supone un incremento de las necesidades de electricidad. Estos activos son grandes devoradores de energía por lo que el sector tendrá que ponerse las pilas para reducir las emisiones de carbono de estas instalaciones y mantener a raya la temperatura y los requerimientos de potencia. En los últimos años muchos proveedores han anunciado y puesto en marcha medidas para paliar este gasto, apostando por soluciones más eficientes. Se plantean alternativas a la refrigeración con energía eléctrica mediante el uso de renovables o fuentes neutras en carbono. Junto con el empleo del agua, se estudian técnicas más novedosas como la sustitución de los generadores diésel por baterías con iones litio o la aplicación de la Inteligencia Artificial para gestionar el enfriamiento de las instalaciones de forma más eficiente.

Relacionado con este debate se encuentra la llegada de la nueva generación de redes móviles. Los despliegues se han iniciado y ahora comienza a rondar otra preocupación: el consumo y la eficiencia energética que supone el empleo de esta infraestructura. 5G requiere una densificación de la red que se prevé que haga aumentar la demanda de energía 3,5 veces más que con 4G, haciendo que los proveedores se centren en encontrar productos y prácticas más eficientes.

Pero esta tecnología es solo una parte de lo que supondrá el reto ecológico de los centros de datos. Recordemos que esta industria representa aproximadamente el 1% del consumo de energía mundial, lo que incita a pensar que innovará en infraestructuras, especialmente en el campo de la gestión térmica.

Automatización de procesos

Una clara tendencia del mercado de los data center será la automatización de procesos, reduciendo al mínimo posible el número de tareas ejecutadas manualmente y evitando así los consabidos “errores humanos”. Según un estudio de Mordor Intelligence, el mercado de la automatización de los centros de datos podría alcanzar los 19.650 millones de dólares en 2025, un 168% más que en 2019 (7.340 millones).

La industria se encamina hacia el objetivo de lograr un mantenimiento predictivo. En este escenario, la IA entrará en juego para dotar de inteligencia a los CPD. No será la única herramienta. Tal y como dicen algunos estudios, los propietarios y operadores de centros de datos necesitarán una mejor visibilidad de sus redes híbridas, cada vez más distribuidas, y apostarán por hardware y software de monitorización para minimizar la necesidad de intervenciones de servicio in situ. Una labor que ya iniciaron algunas compañías con el confinamiento impuesto por la Covid-19.

Junto con hiperescalares, colocation y nube pública, tendrán cada vez más cabida los contenedores y el edge data center
Junto con hiperescalares, colocation y nube pública, tendrán cada vez más cabida los contenedores y el edge data center

Contenedores

Por otra parte, las propuestas de almacenamiento basadas en contenedores serán cada vez más habituales. Las exigencias de baja latencia, alta disponibilidad y fiabilidad en estas instalaciones están impulsando el crecimiento de los denominados kubernetes. La idea es establecer un marco para la construcción de centros de datos (no los edificios y la infraestructura, sino los sistemas de TI que admiten), que podrían provisionarse como nubes públicas.

Así lo atestigua el reciente informe de IDC Research “Tecnología de contenedores en España: Estado del arte y perspectivas”, realizado con Telefónica Empresas y NetApp. En base a una encuesta entre diversos responsables de TI de empresas españolas, la tecnología de contenedores se encuentra en un estadio sólido y en expansión, con tasas de crecimiento anuales del 67% hasta 2023. Un 70% de las compañías encuestadas considera que esta tecnología resulta útil para su estrategia tecnológica y un 53% ya hace uso de contenedores o tiene intención de hacerlo a corto plazo. Es más, el crecimiento del empleo de contenedores en producción va a superar al de contenedores en desarrollo. En nuestro país únicamente un 38% de las organizaciones ya lo emplea o lo va a empezar a usar exclusivamente para desarrollo. Además, la mayoría de las empresas indica que menos de un 20% de sus aplicaciones son utilizadas en entornos de contenedores, aunque se espera que este porcentaje sobre el total aumente notablemente en los próximos años. Asimismo, el 55% hacen o van a hacer uso de contenedores en despliegues ubicados en la nube.

Sin embargo, aunque los contenedores son una tendencia en auge, todavía tienen que enfrentarse a ciertos desafíos como los relacionados con la seguridad y con el cambio cultural.

Centros de datos más cercanos

Como hemos mencionado antes, el número de dispositivos generados irá in crescendo y esto provocará la proliferación de edge data center y micro CPD. El concepto de edge computing permite acercar el procesamiento de datos al origen de los mismos, y eso proporciona una disminución considerable de la latencia y del coste de las comunicaciones. El reto será llevar las capacidades de los grandes centros de datos a los espacios pequeños y al extremo. Los proveedores ya están manos a la obra en este terreno y han puesto en el mercado arquitecturas mucho más complejas. No se trata de tener un simple armario de TI, sino de aportar capacidades que se ven habitualmente en los hiperescalares o data center de grandes corporaciones. Es el caso de un mayor uso de la inteligencia del sistema para un mejor control y un mayor foco en la gestión térmica para optimizar la eficiencia energética, señalan fuentes del sector.

Soberanía del dato

¿Dónde se almacenan mis datos?, ¿qué legislación los protege? El tema de la soberanía del dato gana peso. Dependiendo de la ubicación del data center afectará un marco regulatorio diferente y esta cuestión influirá en los niveles de protección, privacidad y seguridad de la información alojada en estas instalaciones.

Esta cuestión cada vez tendrá más peso en las empresas. Pero amoldar los datos internacionales a las leyes nacionales continuará siendo un problema. Los datos siguen creciendo y cada vez proceden de fuentes más diversas, las organizaciones los recogen, los manipulan y tratan de monetizarlos. A la par la legislación continúa evolucionando para dar respuesta a este nuevo escenario cambiante e ininterrumpido. Los gobiernos están moviendo ficha para tenerlos a buen recaudo siempre y cuando estén bajo su jurisdicción. Y ello se traduce en que las organizaciones tienen ante sí una serie de obligaciones de cumplimientos normativos.

La nube es lo que ha traído consigo. Almacenarlos en la cloud expone a las compañías a los problemas de soberanía de datos. Si los servidores se encuentran fuera del país en el que está domiciliado la empresa y los poderes públicos indican que esa información está sujeta a las leyes del país en que se recopilan y procesan, el lío está servido. Todo ello implica que las organizaciones deben tener una estrategia de seguridad sólida y atienden al marco legal en el que operan.

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Cristina Albarrán

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