Artículo escrito por Juan José García Cabrera, Responsable de Desarrollo de Negocio Cloud & Servers de Arsys
Al tiempo que crece el uso de la tecnología cloud por parte de empresas y organizaciones, surgen nuevas figuras y conceptos en el ecosistema nube. Entre ellos, destacan dos muy relacionados, el Cloud Bróker y la Orquestación Cloud.
Por un lado, una de las figuras emergentes es la del Cloud Bróker, el intermediario entre la empresa y los proveedores que comercializan las distintas soluciones cloud. Su papel es el de ofrecer soluciones integrales en la nube que permiten obtener el mix de servicios más adecuado (SaaS, PaaS, IaaS, cloud pública, privada e híbrida, cloud storage, etcétera) de cada proveedor y que mejor se adapta a las necesidades de negocio de cada compañía. Debe, por tanto, entender los procesos de trabajo y ser consciente de las necesidades, presupuestos y objetivos de negocio, a la vez que ser conocedor del mercado global de soluciones cloud.
La figura del Cloud Bróker
Esta figura requiere un elevado nivel de especialización, con una experiencia transversal en proyectos TI heterogéneos. Desde la puesta en marcha de un DRP (Disaster Recovery Plan) hasta el óptimo provisionamiento de recursos de computación para una campaña de lanzamiento, la apertura de una nueva sede o la compatibilidad entre bases de datos. Sólo de esta manera, el Cloud Bróker podrá elegir las plataformas que mejor se adapten a cada necesidad de negocio. No basta con conocer las diferentes soluciones de los proveedores, sino que también debe ser capaz de negociar en bloque o de manera individual aspectos como seguridad, Acuerdos de Nivel de Servicio (SLA), conectividad y analizar los costes IT que requiere cada proyecto para optimizar la inversión.
El modelo de Orquestación Cloud
Por otro lado, junto a este nuevo eslabón en la cadena del outsourcing también están apareciendo nuevas formas de trabajar en la Nube. Una de ellas es la llamada Orquestación Cloud, una metodología que consiste en definir los parámetros de funcionamiento de la solución cloud del cliente de cara a facilitar y automatizar todos los procesos de una solución IaaS multi proveedor.
Los parámetros establecidos pueden ser rendimiento, capacidad, ubicación, proveedor, coste o configuración, entre otros. En función de dichos indicadores, los sistemas que gestionan los diferentes elementos físicos y virtuales que facilitan los recursos TI a nuestra plataforma operan por sí mismos y se adaptan para alcanzar los objetivos previstos, automatizando su puesta en marcha, configuración, capacidad y autoescalado de recursos.
Con este modo de trabajar, el administrador de los sistemas se convierte en el director de orquesta de la infraestructura cloud de las empresas. Adopta un papel clave: se encarga de configurar los parámetros de orquestación, los procesos o flujos de trabajo, los disparadores de activación y las condiciones que deben cumplir. Todo ello, de cara a garantizar, de la manera más eficiente posible, los mayores niveles de servicio para los usuarios finales de los proyectos tecnológicos, ya se trate de los internautas si hablamos de una página web o del cliente interno si es un aplicativo de negocio.