ANÁLISIS CENTROS DE DATOS

Spain DC prevé un aumento del 90% en la demanda de centros de datos hasta 2028



Dirección copiada

La Asociación Española de Data Centers asegura que el país pasará de una demanda de 1.589 exabytes con las que ha cerrado 2024 a 3.028 en 2028, lo que representa un crecimiento anual sostenido de en torno al 20% durante los próximos cuatro años

Publicado el 11 mar 2025



Spain DC prevé un aumento del 90% en la demanda de centros de datos hasta 2028
Spain DC prevé un aumento del 90% en la demanda de centros de datos hasta 2028

Spain DC, la Asociación Española de Data Centers, ha presentado el Informe ‘Estudio de la Demanda e Impacto de los Data Centers en España’, realizado en colaboración con Accenture. En él, se prevé que la demanda de centros de datos aumente un 90% hasta 2028 impulsada por la digitalización, el consumo de servicios en la nube y la adopción de tecnologías emergentes.

En concreto, el informe señala que España pasará de una demanda de datos de 1.589 exabytes con las que ha cerrado 2024 a 3.028 exabytes en 2028, lo que representa un crecimiento anual sostenido de en torno al 20% durante los próximos cuatro años.

Un crecimiento de la demanda que vendrá marcada por cinco factores: El auge de arquitecturas multicloud para mayor flexibilidad, la adopción masiva de inteligencia artificial y procesamiento de datos, el crecimiento exponencial de dispositivos IoT, la llegada de 5G con velocidades ultra rápidas y la necesidad de edge computing para ofrecer baja latencia.

Sectores en crecimiento

El liderazgo en la demanda de servicios digitales alojados en centros de datos en España corresponde al sector de comunicaciones, medios y tecnologías, impulsado por el auge del cloud computing, la inteligencia artificial, el entretenimiento digital y las redes sociales. Le siguen de cerca otros dos sectores como son el de las Administraciones Públicas, con la digitalización de servicios y la gestión de datos urbanos, y los servicios financieros, donde tecnologías como el blockchain y la digitalización bancaria requieren infraestructuras robustas. Estos tres sectores copan más del 50% de la demanda.

Ya a más distancia también destacan el comercio minorista, que usa los datos para mejorar la experiencia de compra y gestionar inventarios, y sectores como la salud, la educación, la manufactura y la energía, que están adoptando cada vez más tecnologías avanzadas para optimizar procesos.

Demanda de infraestructuras cercanas y eficientes

La demanda de servicios digitales alojados en centros de datos de estos sectores refuerza la necesidad de infraestructuras digitales cercanas y eficientes para reducir la latencia, optimizar operaciones y cumplir normativas de soberanía digital. Precisamente, el análisis realizado en un marco con cuatro variables (baja latencia, resiliencia/continuidad, soberanía de datos/seguridad y costes) destaca que al menos 30 casos de uso críticos requieren la ubicación de la infraestructura dentro de España como la cirugía robótica remota, la gestión de datos de ciudadanía o la supervisión de infraestructuras críticas en el transporte.

España está perdiendo posiciones con respecto a Europa

A pesar de estas previsiones de crecimiento, España ha perdido posiciones con respecto al conjunto de Europa. Mientras que en 2018 representaba el 4,3% del volumen total de datos en el continente, el crecimiento registrado entre 2018 y 2023 no ha conseguido mantener ese nivel. Con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) estimada en un 20,3% para este periodo, España ha quedado rezagada frente al crecimiento promedio del resto de Europa, reflejando un aumento insuficiente para consolidar su presencia en el mercado digital europeo.

Para salvar esta brecha con Europa, España necesitaría llegar a un crecimiento anual promedio de volumetría de datos demandada del 22,5% hasta 2028, lo que implicaría un incremento del 2,2% adicional al ritmo actual. Este ajuste permitiría estabilizar su participación relativa en el volumen total de datos de Europa y asegurar una proporción constante y competitiva.

Para lograr este objetivo, España tendría que realizar un esfuerzo significativo en términos de inversión en infraestructura digital, adopción de tecnologías avanzadas e incremento de redes de distribución eléctrica. Este crecimiento acelerado no solo ayudaría a recuperar la posición de 2018, sino que también permitiría al país responder a las demandas crecientes del mercado europeo y global, manteniendo su competitividad en un entorno digital en rápida expansión.

Según Robert Assink, vicepresidente de Spain DC: “Invertir en el desarrollo de centros de datos en España no es solo una cuestión de infraestructura; es una apuesta por el futuro. Estas instalaciones representan una oportunidad para cerrar la brecha con Europa, garantizar la competitividad de nuestras empresas y consolidar a España como un actor relevante en la economía digital global. La necesidad de actuar es clara: si no fortalecemos nuestra interconexión de infraestructuras corremos el riesgo de quedarnos rezagados en un mundo donde la innovación y el crecimiento dependen cada vez más de la capacidad de procesar y distribuir información de manera eficiente”.

Pero aún hay oportunidades

A pesar de estos desafíos, España se encuentra en una ventana de oportunidad única. Los mercados más desarrollados en infraestructura de datos en Europa (Fráncfort, Londres, Ámsterdam, París y Dublín – FLAPD) están experimentando una desaceleración debido a limitaciones económicas y de redes energéticas, lo que está atrayendo inversores hacia mercados emergentes como España.

Manuel López Ordoñez, managing director y responsable de Cloud e Infraestructura en Accenture en España, ha comentado durante la presentación: “España se encuentra en una posición apropiada para convertirse en un actor principal en el desarrollo de centros de datos. Factores como el bajo coste del suelo, la competitividad en los precios de la energía renovable, una robusta red de fibra óptica y su ubicación geográfica estratégica, son claves para atraer inversiones en este sector. Sin embargo, para que estos factores se materialicen en una verdadera oportunidad para impulsar la innovación y nuestra soberanía digital, es necesario que las empresas e instituciones adopten rápidamente estas tecnologías. Además, se requiere un marco regulatorio que facilite la rápida puesta en marcha de nuevos proyectos y el desarrollo del talento digital necesario para sostener este crecimiento”.

El estudio concluye con un análisis de los beneficios e impactos para el país de invertir en infraestructuras digitales, empezando por el notable impacto económico, la generación de empleo tecnológico, atracción de inversión extranjera, impulso a la innovación, mayor competitividad para pymes o la consolidación de la soberanía digital.

Artículos relacionados

Artículo 1 de 5